sábado, 29 de septiembre de 2007

El embarazo no deseado y el aborto van de la mano en el periodo adolescente”.


“El embarazo no deseado es la noticia que llega de manera inesperada a dos jóvenes indispuestos y no preparados para afrontar una futura paternidad”
Aunque los métodos anticonceptivos se encuentran en la actualidad al alcance de todos, los embarazos de adolescentes continúan aumentando. La aplastante mayoría de madres solteras son menores de diecinueve años de edad.
Por la misma razón muchas jóvenes deciden optar simplemente por terminar con el embarazo, que tanto las atormenta, a esto se le llama “aborto”
“Aborto es la muerte de un niño o niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la gestación, previo al nacimiento. Desde el punto de vista médico el aborto es la interrupción de un embarazo en un periodo previo a la viabilidad fetal, es decir, cuando aún no puede vivir fuera del útero materno.
Se debe tener claro, que existen clasificaciones del aborto puede ser espontáneo o inducido. El aborto espontáneo ocurre sin ninguna intervención externa y puede ser causado por enfermedades de la madre o defectos genéticos del embrión.
El aborto inducido es la interrupción de un embarazo mediante una intervención externa, ya sea por el uso de medicamentos o de una intervención quirúrgica. Puede ser una situación compleja y difícil ya que hay muchos factores que determinan que una mujer se realice un aborto. Puede ser por razones personales, económicas, de pareja, de salud, etc.
En nuestro país se llevan a cabo alrededor de 160 mil abortos al año, es decir, aproximadamente uno de cada tres embarazos termina en aborto. Efectivamente, existe una gran cantidad de mujeres que requiere hospitalización, a causa de procedimientos que se realizan precariamente y a manos de practicantes inescrupulosos no capacitados para efectuarlos. Muchas de estas mujeres tienen secuelas permanentes, incluyendo la infertilidad.

En la actualidad cada día muchas madres deciden abortar por diversas razones, la mayoría de ellas son jóvenes entre doce y veinte años de edad. Las causas más frecuentes son el “miedo” ya sea; por falta de capacidades económicas para alimentar al hijo, a la reacción de los padres y al que dirán de los demás, a los nueve meses de embarazo y al dolor del parto, problemas de salud, violación, etc.

Existen muchas historias de jóvenes que han optado por esta opción y que hasta el día de hoy se arrepienten como ocurrió con Verónica una joven de 18 años que vivía en un ambiente del modelaje, las modas, los fashion shows, casting, etc. Pesaba solamente cuarenta y cinco kilos, y su mayor ambición era "verse bien, y no engordar". Su novio se protegía con preservativos pero ese 22 de mayo de 2001, el preservativo se rompió, y supo desde ese instante que estaba embarazada, ya que se encontraba en sus días fértiles. Así fue como comenzó a experimentar cambios en su cuerpo, vómitos, mareos, cansancio y se decía a si misma “NO PUEDE SER”. Cuando vio positivo en el test, se quería morir, lloro, grito y sabía que fuese como fuese no quería tener al bebé, ya que veía su vida echa pedazos, sus sueños obstruidos, metas desechas, su cuerpo, su afán por el modelaje, todo, todo había terminado, pero encontró la "solución al problema", EL ABORTO.
Así fue que llegó a una clínica de abortos, un sentimiento maternal la agobiaba, un llanto continuo comenzó a surgir de ella, no tenía consuelo. Verónica se armo de valor, secó sus lágrimas y entró, pero un escalofrío, un miedo horrible se apoderó de su vida, presentía que podía morir en ese procedimiento, pero pensó nuevamente, "no, no puedo tenerlo". Luego el doctor de aspecto rudo y sin corazón se acerco a ella y la durmió. Despertó tres horas después con una hemorragia, un dolor físico y del alma que hasta el día de hoy lo tiene y que además la dejaron infértil para siempre. Solo les pide a Dios y a su hijito en el cielo que algún día la perdonen.
La mayoría de las veces las mujeres después de llevar a cabo un aborto y tomar conciencia con el paso del tiempo, se arrepienten de la decisión tan apresurada que tomaron y no se perdonan ese acto de cobardía. Deberían procurar pensar que ese nuevo ser que esta dentro de ellas es inocente y no tiene la culpa de lo ocurrido. Optar por pedir orientación a una persona cercana que de buenos consejos. Si la persona esta demasiado agobiada y ya no puede vivir así, hablar con los padres o con sus cercanos y pensar en el tema de la “Adopción”, pero nunca pensar arrebatarle la vida a un ser inocente. ¿Y tú optas por la vida?

Dialogo, la base para toda relación


En la cultura de hoy, el concepto de adolescente es totalmente distinto al que existió hace 30 o 40 años atrás, ese concepto que entendieron nuestros abuelos. Todo esto es debido al cambio cultural natural que ha tenido el mundo.
La interrogante esta en que si ese adolescente de hace 20 o 30 años atrás, era peor o mejor que al que existe hoy en nuestros días, esa es la gran interrogantes que se le presentan los padres de hoy y yo creo que no eran ni peores ni mejores, solo eran distintos y reflejaban sus cambios de actitud de una manera mas discreta y reservada al contrario de lo que pasa hoy, todo es mas explosivo y agresivo.

Con el tiempo todo cambia, el tiempo avanza y las épocas también; los pensamiento, las miradas, los horizontes, las perspectivas de vida también lo hacen y porque no los adolescentes. Las tecnologías, los pasatiempos no eran los mismos que los tenemos hoy en día, en nuestro siglo XXI, la tecnología a avanzado en una forma espeluznante y no se queda atrás la forma que tienen los adolescentes de pasar el tiempo, ahora es mas agresiva, con muchos excesos y sin limites.

Por que todo cambia, hay que entender a los adolescentes por lo que son ahora y no por lo que fueron hace 30 años atrás, los padres deben dejar a un lado las viejas enseñazas y preocuparse de aprender las nuevas, ya que hay nuevos temas de conversación, nuevos intereses, nuevas inquietudes, por lo tanto se hace inevitable y necesario que estos nuevos puntos de conflicto sean expuestos mediante el dialogo entre padres e hijos.

Parece que determinados temas han de hablarse cuando se despiertan naturalmente en la mente de los adolescentes, pero la verdad es que cuando eso ocurre puede ser ya demasiado tarde, porque lo que el adolescente lo que necesita es orientación y no retos por algo que hizo y no sabia si estaba mal porque nadie se lo advirtió. Por lo tanto, la información relativa a estos temas que implican riesgo para la salud o el desarrollo futuro de un adolescente deben estar claros antes de que estos niños-jóvenes los comience a vivir o experimentar. Es importante que los padres tomen la iniciativa porque es su derecho proteger, advertir y aclarar las posibles dudas que aquejen a sus hijos pero si esto no ocurre así, debemos ser los hijos que tomen la iniciativa, armarse de valor y enfrentar a sus padres y pedirles orientación.
Pero debemos insistir en que los padres que den la iniciativa, den el primer paso, que ellos sean el puente para variados temas de conversación, y que así vayan ganando confianza el uno con el otro y para así llegar a un punto en el cual la comunicación entre ambos sea algo normal, y no se de cuando el problema este en desarrollo porque se puede tornar en algo desagradable e intolerable; es indispensable que ambos se escuchen y que no sean los padres que solo hablen ellos, debe ser un dialogo reciproco donde padre e hijo pongan sobre la mesa sus interrogantes. Por más que las preguntas de nuestros hijos nos asusten o nos dé vergüenza tratarlos con el que hace poco tiempo era mi niñito debemos escuchar todas las inquietudes que presentan y no alterarse ni llegar a tal punto, de lo que quiso ser una conversación agradable termine en gritos y hasta en agresiones físicas. Los dos, padres e hijos, tiene que poner de su parte, y mas en el caso de los padres, ya que son ellos que presentan mas experiencia, ellos ya han pasado por eso alguna vez en su vida.

El dialogo es la base para que familias con hijos adolescentes no se deterioren, ya que es una etapa muy difícil de tratar para los padres que no tienen y no le han sido proporcionadas las herramientas necesarias para afrontarla. Por eso una buena comunicación entre el núcleo familiar es esencial para evitar algunas desviaciones o algunas tentaciones por parte de los hijos, ya que, si se llegasen a toparse con nuevas cosas como el alcohol, drogas, sexo desenfrenado y sin precauciones, y lo que esta muy de moda ahora, el lesbianismo y la homosexualidad estén bien orientados y maduros para tomar una decisión u optar por algo, deben saber de lo que se trata y que no sean un barco a la deriva en aquellos temas y sean los padres quienes le aconsejen, les enseñen y orienten sobre sus inquietudes y no personas inexpertas o con malas intenciones que tratan de aprovecharse de la ingenuidad de algunos y sacar algún provecho de esto.

La comunicación es la base para resolver cualquier problema o duda que se presente no solo en la relación padre hijo, sino en cualquier otra.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Sexualidad Adolescente


La sexualidad es el más delicado de los comportamientos humanos. Exige cualidades de inteligencia, equilibrio, desprendimiento interior y generosidad. La sexualidad es el único terreno en el cual resulta imposible hacer trampas".

ADOLESCENCIA

Este periodo está marcado por la transición entre la infancia y el crecimiento. Podemos identificar cambios biológicos, psicológicos y sociales del ser humano. Es un fenómeno que afecta cultural y socialmente.

La etapa de la adolescencia comienza con los cambios que se producen en la pubertad, se deja la ingenuidad e inocencia y se da paso a los cambios corporales, transformaciones.

Se inicia un juego de seducciones y rechazos constantes que producen angustias y alegrías, se dan cuenta de los cambios pero prefieren no darles importancia. Se despierta la sexualidad y se agitan en sueños, fantasías y emociones intensas. Hay intensas sensaciones genitales en otras palabras hay una Revolución de las Hormonas los cual prepara a los chicos y chicas relacionarse sexualmente y procrear.

La adolescencia, en los chicos y chicas, se caracteriza por:

La aparición de las funciones genitales y de los caracteres sexuales secundarios (vello, desarrollo de caderas y pechos en las muchachas, transformación de la voz en los chicos,...). Entre los doce y los trece años suele aparecer los pelos del pubis. Un poco más tarde, aparecen los del sobaco y luego los de la cara en los chicos y con esa incipiente aparición del bigote la sensación de ser hombre.

En las muchachas se inicia la menarquia entre los once y los dieciséis años y con ella, la función de la reproducción.
Junto con las primeras espinillas en la cara tanto de uno como de otro los cuerpos se forman y maduran para abalanzarse hacia la experiencia sexual.

La sexualidad es un impulso que arroja al adolescente fuera de si mismo, lo cual lo lleva a buscar el placer, expresándose en la tendencia sexual y la sensualidad. Ahora el adolescente se va centrar en la belleza, la espera, la voluptuosidad, la sensibilidad, etc., esto lo lleva a angustiarse por lo impuro de sus deseos así como también a la timidez, el rubor.

En esta etapa aparece el amor platónico, ese amor inalcanzable y el que hace sufrir, es el actor principal de los primeros sueños eróticos del adolescente produciéndose la masturbación solitaria, sin lugar a dudad la actividad sexual mas alcanzable.

Para muchos adolescentes la masturbación es un tema que al momento de abordarlo les causa pudor y vergüenza pero lo que no saben es que la masturbación es necesaria para el conocimiento del cuerpo, para satisfacernos y para la estimulación erógena, lo cual dará paso a una sexualidad positiva y normal durante la adultez pero también es importante porque ayuda al alivio corporal ante una tensión emotiva. Una desventaja seria que nos puede llevar a una fijación que es esencial para llegar al placer pudiendo mantenerse toda la vida acarreando como consecuencia una sexualidad negativa e incapaz de obtener placer sexual.

Es por esta razón que hoy en día la educación sexual están importante así como también que el educador o guía no tenga represiones sexuales ni complejos de lo contrario la información transmitida será errónea y conducirá a estos jóvenes a la represión y los llenara de tabúes.


La sexualidad bien comprendida es sencilla de abordar porque procede de una persona natural y liberada de sus problemas internos. Para llegar a ella es necesario que el individuo esté completo en su ser y que la sexualidad no sea una maniobra destinada a compensar sus debilidades y sus miedos.

La sexualidad del adolescente es un tema muy extenso y hay muchos factores que tienen una enorme influencia sobre ella y que va a determinar su curso, como por ejemplo: la edad en la cual hoy los jóvenes están empezando su actividad sexual, si están consientes de esta iniciación, si se conocen lo suficiente así mismos, cual es el nivel de confianza con los padres si se lo cuentan o les piden consejos.

Hablar de sexo con los adolescentes es siempre un tema complicado ya que los padres suelen obviar este tema y los adolescentes no se acercan a ellos para conversar ni buscar orientación. El ideal sería que los padres se acerquen a sus hijos con una comunicación fluida acerca de la sexualidad para tratar de educarlos y guiarlos en el desarrollo sexual. Aun así los padres no lo hacen y como consecuencia de ello nunca se enteran que sus hijos ya mantienen relaciones sexuales con sus parejas, los cuales, según el Instituto nacional de la Juventud, están empezando su vida sexual entre los 15 y 18 años.

Una de las razones porque los padres no asumen que su hijo ya tiene relaciones sexuales se basa en el no reconocimiento de que este niño paso a ser adolescente y porque les cuesta comprender y asumir que su niñita o niñito ya a crecido. Si bien no está maduro emocionalmente ellos se sienten más grandes y desean empezar a vivir nuevas experiencias amorosas y afectivas.

Hay un especial interés de los padres por la sexualidad de las niñas lo cual es normal pero la forma en la cual expresan esta preocupación por parte de las madres no es la correcta ni la adecuada y no logran que sus hijas confíen en ellas. Lo más aconsejable es conversar con tranquilidad y sin amenazas ni prohibiciones, hablarles de la importancia de cuidarse del embarazo y de la protección emocional para que una decepción amorosa no los conduzca a depresiones ni tomar medidas extremas como el suicidio y advertirles sobre las enfermedades de transmisión sexual.



Vanessa Cortez , María Donoso, Romina Godoy