sábado, 29 de septiembre de 2007

Dialogo, la base para toda relación


En la cultura de hoy, el concepto de adolescente es totalmente distinto al que existió hace 30 o 40 años atrás, ese concepto que entendieron nuestros abuelos. Todo esto es debido al cambio cultural natural que ha tenido el mundo.
La interrogante esta en que si ese adolescente de hace 20 o 30 años atrás, era peor o mejor que al que existe hoy en nuestros días, esa es la gran interrogantes que se le presentan los padres de hoy y yo creo que no eran ni peores ni mejores, solo eran distintos y reflejaban sus cambios de actitud de una manera mas discreta y reservada al contrario de lo que pasa hoy, todo es mas explosivo y agresivo.

Con el tiempo todo cambia, el tiempo avanza y las épocas también; los pensamiento, las miradas, los horizontes, las perspectivas de vida también lo hacen y porque no los adolescentes. Las tecnologías, los pasatiempos no eran los mismos que los tenemos hoy en día, en nuestro siglo XXI, la tecnología a avanzado en una forma espeluznante y no se queda atrás la forma que tienen los adolescentes de pasar el tiempo, ahora es mas agresiva, con muchos excesos y sin limites.

Por que todo cambia, hay que entender a los adolescentes por lo que son ahora y no por lo que fueron hace 30 años atrás, los padres deben dejar a un lado las viejas enseñazas y preocuparse de aprender las nuevas, ya que hay nuevos temas de conversación, nuevos intereses, nuevas inquietudes, por lo tanto se hace inevitable y necesario que estos nuevos puntos de conflicto sean expuestos mediante el dialogo entre padres e hijos.

Parece que determinados temas han de hablarse cuando se despiertan naturalmente en la mente de los adolescentes, pero la verdad es que cuando eso ocurre puede ser ya demasiado tarde, porque lo que el adolescente lo que necesita es orientación y no retos por algo que hizo y no sabia si estaba mal porque nadie se lo advirtió. Por lo tanto, la información relativa a estos temas que implican riesgo para la salud o el desarrollo futuro de un adolescente deben estar claros antes de que estos niños-jóvenes los comience a vivir o experimentar. Es importante que los padres tomen la iniciativa porque es su derecho proteger, advertir y aclarar las posibles dudas que aquejen a sus hijos pero si esto no ocurre así, debemos ser los hijos que tomen la iniciativa, armarse de valor y enfrentar a sus padres y pedirles orientación.
Pero debemos insistir en que los padres que den la iniciativa, den el primer paso, que ellos sean el puente para variados temas de conversación, y que así vayan ganando confianza el uno con el otro y para así llegar a un punto en el cual la comunicación entre ambos sea algo normal, y no se de cuando el problema este en desarrollo porque se puede tornar en algo desagradable e intolerable; es indispensable que ambos se escuchen y que no sean los padres que solo hablen ellos, debe ser un dialogo reciproco donde padre e hijo pongan sobre la mesa sus interrogantes. Por más que las preguntas de nuestros hijos nos asusten o nos dé vergüenza tratarlos con el que hace poco tiempo era mi niñito debemos escuchar todas las inquietudes que presentan y no alterarse ni llegar a tal punto, de lo que quiso ser una conversación agradable termine en gritos y hasta en agresiones físicas. Los dos, padres e hijos, tiene que poner de su parte, y mas en el caso de los padres, ya que son ellos que presentan mas experiencia, ellos ya han pasado por eso alguna vez en su vida.

El dialogo es la base para que familias con hijos adolescentes no se deterioren, ya que es una etapa muy difícil de tratar para los padres que no tienen y no le han sido proporcionadas las herramientas necesarias para afrontarla. Por eso una buena comunicación entre el núcleo familiar es esencial para evitar algunas desviaciones o algunas tentaciones por parte de los hijos, ya que, si se llegasen a toparse con nuevas cosas como el alcohol, drogas, sexo desenfrenado y sin precauciones, y lo que esta muy de moda ahora, el lesbianismo y la homosexualidad estén bien orientados y maduros para tomar una decisión u optar por algo, deben saber de lo que se trata y que no sean un barco a la deriva en aquellos temas y sean los padres quienes le aconsejen, les enseñen y orienten sobre sus inquietudes y no personas inexpertas o con malas intenciones que tratan de aprovecharse de la ingenuidad de algunos y sacar algún provecho de esto.

La comunicación es la base para resolver cualquier problema o duda que se presente no solo en la relación padre hijo, sino en cualquier otra.

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